domingo, 22 de noviembre de 2015

Mi vuelta forzada a Outlook


Desde hace unas semanas, todos los servidores de la empresa han pasado a depender del dominio en Alemania.

Eso me ha supuesto algunos cambios en mi forma de trabajar.




Para empezar nos han puesto un iPhone 6 a cada uno... evidentemente con control desde los administradores de sistema.

Ese primer cambio me incomoda bastante porque iOS no me resulta productivo para trabajar. Es limitado y eso es algo que me fastidia tremendamente. Con Android estoy más a gusto, puedo hacer más cosas y mejor y por tanto soy más productivo.

iOS, para mi tipo de uso... pues no me va. Eso no quita que el iPhone tiene algunas virtudes (batería, cámara,...) igual otro día me da por hacer un artículo comparativo.

El otro tema es que ya no puedo utilizar Gmail como cliente de correo electrónico... eso es incluso peor, porque llevaba años utilizándolo y además ahora mismo era casi perfecto con la integración con GoogleDrive que me permitía enviar cualquier documento anexo con facilidad... incluso desde el móvil.

Bueno, el caso es que he vuelto a usar Outlook.

Durante muchos años, Outlook fue mi programa principal donde tenía los contactos, el calendario, los correos, las notas, las tareas...


Era con diferencia mi programa más usado, y centro de "mis datos" ya que he sincronizado con él desde antiguos teléfono como mi antiguo Nokia 7110 que fue el primero en que pude hacerlo gracias a una aplicación que compré a otros teléfonos como el Ericsson GH688 o PDA's y posteriormente smartphones como el HTC TyTN, Blackberry Storm... hasta que llegó el Nexus One que fué mi primer teléfono Android.


El Nexus One no tenía un programa de sincronización obvio con Outlook, de hecho no tenía tampoco gestor de tareas ni de notas.

Eso fué lo que menos me gustó de Android en aquel momento y de alguna manera, me empujó a usar Gmail y convertirlo en el centro de "mis datos" para la sincronización de contactos, calendario y por supuesto, el correo.

Una vez empecé a usarlo de esta manera, la comodidad y la transparencia de sincronización entre dispositivos me ha acompañado y ha sido algo que he apreciado y aprecio.

Posteriormente la gestión de notas que era algo que faltaba la acabé migrando a servicios como Evernote, Keep y OneNote que también ofrecen la ventaja de la sincronización entre dispositivos.


Lo de las tareas ha sido más complicado y aún hoy he ido cambiando y probando cosas como HighTrack, Google Tasks (y diversos clientes del mismo) y más recientemente Any.do

Pues nada... a partir de ahora, la cuenta Exchange del trabajo manda y sólo está sincronizada con el iPhone y el Outlook del PC, así que ¡vuelvo a Outlook!

Es una vuelta forzada, pero estoy reencontrando un viejo amigo que no está exento de ventajas.

Ya que estoy con Outlook como cliente de correo, he pasado a gestionar las tareas también con él, y eso no está nada mal al poder pasar de correo a tarea fácilmente o incluso de OneNote a tarea o viceversa.

Lo que me jode en realidad es el perder la ubicuidad que tenía antes entre todos mis dispositivos... tendré que empezar a separar más la parte trabajo de la personal... bueno también me toca las narices el tener que usar el iPhone como ya he dicho.

Cuando acabe de organizar el método de gestionar las tareas, escribiré otra entrada por si a alguien le viene bien el saber cómo poder hacerlo organizando por categorías y creando reglas para tenerlo todo organizado.

Nota: Este artículo lo tengo publicado también en Wintablet.info

1 comentario:

  1. Tampoco es que Outlook sea tan malo, pero en ocasiones si tengo preferencia por otros proveedores de correo electrónico.

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