Estaba leyendo un Blog que sigo (Territorio Dagarín) en concreto un post interesante y que recomiendo leer y ver Tele-trabajo y maternidad.
He empezado a hacer un comentario que ha resultado ser demasiado largo, así que lo voy a colocar aquí e intentaré enlazar este post en los comentarios de Dagarín. Como soy neófito, no se como saldrá el invento, estoy improvisando...
Como he dicho, antes deberiaís leer el post de Dagarín Tele-trabajo y maternidad.
Éste es mi comentario:
Me ha gustado mucho el vídeo y me ha sorprendido más aún la conclusión final, porque pensaba que iba a acabar proponiendo el teletrabajo y no la adaptación del lugar y entorno de trabajo.
Ambas soluciones son adecuadas, pero no perfectas.
Yo me siento identificado con lo que se explica. La oficina la tengo en casa y además soy de las personas (soy ingeniero y director técnico de una empresa) que necesita periodos de tiempo tranquilo y sin interrupción... así que parece que lo de trabajar en casa es una buena solución... además tengo un despacho en casa perfectamente equipado para ello...
Pero la realidad es que hay otras interrupciones en mi vida laboral.
La primera y más agotadora son los viajes. Viajo muchísimo y eso supone 24h dedicadas al viaje y lo que vas a hacer allí y lo demás queda todo aparcado.
Antes aprovechaba los ratos en el hotel para acabar cosas, el viaje en avión o tren (en coche desde luego que nada más que no sea hacer alguna llamada) pero reconozco que últimamente estoy cansado. Después de haber subido a un avión a las 6 de la mañana para volar a Madrid (por poner un ejemplo), dar una conferencia, visitar a tres clientes con el comercial de la zona, ir a darles una charla a unos ingenieros y acabar a las 20h, ir al hotel, descansar un rato y más tarde irme a cenar con mi compañero para llegar al hotel a las 24h... quedan pocas ganas de trabajar, entre otras cosas porque has tenido cero minutos para ti mismo ese día. A veces es difícil hasta llamar a casa y charlar tranquilamente con mi mujer porque o yo sigo trabajando o ella esta bañando y dando de cenar al niño o yo estoy cenando o ya es demasiado tarde y se ha ido a dormir.
No me malinterpretéis, no es dramático, me gusta mi trabajo, pero en muchas ocasiones, es cansado.
A veces a la gente que trabaja en una oficina, le cuesta entender cómo vivimos los que tenemos trabajos como el mío. Parece que o estás en tu casa, lo que la gente se cree que es la panacea y que trabajas en pijama y cosas de ese tipo o estás de viaje con comidas con clientes, etc... Vamos que vives como un rey... y ya veís que no es exactamente así.
Un compañero mío dice cuando le vienen con estas historias... “es que hay que ver las gambas que hay que comerse, para llevar un plato de lentejas a casa” (en referencia con las comidas con clientes y demás)
La otra posibilidad en mi caso es no estar de viaje y estar en casa en la oficina.
En horario de oficina y escolar, aquí no hay niños y por tanto ese tipo de distracción no existe... pero sí existe el Teléfono.
Al teléfono tampoco lo nombran en el vídeo y el teléfono es para mi el "GRAN DISTRACTOR" porque suena y te interrumpe y además muchas veces suena para añadir más trabajo al pendiente y en muchas ocasiones resulta que ese trabajo es siempre urgente.
Cuando tu trabajo require algo de creatividad y por otro lado una labor de soporte técnico, es difícil cerrar el teléfono para disponer de ese tiempo que necesitas.
En la oficina, aún siguiendo los consejos del ponente del vídeo... a ver qué empresa puede permitirse el cerrar líneas de teléfono.
O sea que el teletrabajo está bien, pero no es la panacea y dependiendo del tipo de actividad que uno realice se puede adaptar más o menos. Además exige una gran disciplina, no sólo para ser responsable y trabajar, sino para justamente saber cortar y parar.
Obviamente yo también tengo reuniones, tanto con el equipo comercial como con el resto del equipo directivo y para esto sí voy a la oficina, y me tengo que desplazar hasta Barcelona (yo vivo en Valencia).
Gracias a Dios, estas reuniones están programadas... aunque a veces al gerente se le va la pinza y las programa en horas imposibles para los que no estamos en Barcelona (ya he tenido tres reuniones por videoconferencia, en una de ellas estabamos con presencia “cibernética” tanto yo como el compañero de internacional que estaba en China) y otras veces las programa en días festivos y hay que hacerle cambiarlas (sí... es que él en su Outlook no debe marcarse los festivos... a ver si ahora que voy a proponer que usemos el Google Calendar lo tiene más claro)
Respecto a lo que propones de los permisos de maternidad, es una buena idea, de hecho se lo sugirieron hace poco a una amiga. El problema es que eso de la maternidad es muy exigente. Yo te puedo hablar por experiencia no tan lejana (mi hijo hace una semana que cumplió los tres años). Mi mujer disponía de muy poco tiempo al día para nada más que no fuera dar de mamar, comer ella, intentar dormir y poco, conseguir que durmiera el niño...
Y yo mientras tanto, trabajando en un despacho en la misma casa y con la puerta cerrada... os aseguro que es duro psicológicamente, tanto para el que tiene que trabajar como para la que esta de baja maternal.
Habrán niños que den menos trabajo, o si se decide uno por el biberón desde el primer día quizá sea más fácil, pero los primeros 3 meses son muy exigentes y dejan poco tiempo para algo que no sea descansar un poco.
Insisto en que tiene cosas positivas. No te tienes que desplazar a ningún sitio por lo que no llegas tarde a no ser que te duermas. Sí conviene despertarse a hora adecuada, vestirse desayunar, etc. antes de empezar a trabajar ni encender el teléfono ni el ordenador.
Recuerdo una vez que tardé 2 h en poder tomarme un vaso de leche, que me trajo mi mujer al despacho, harta ya de esperarme en la cocina. Ella se fue a trabajar y yo seguí enganchado al teléfono que no paró de sonar en ese tiempo y además con llamadas largas.
Así que mi consejo es ser disciplinado para empezar a trabajar. Cuando toque, ni antes ni después. Y lo mismo para acabar.
Otra ventaja es que en caso de necesidad puedes tener lo que yo llamo días de "disponibilidad pero poca iniciativa", es decir que si llama alguien lo atiendes, pero si tienes que ir al médico o al banco o lo que sea, pues vas y lo haces... estos días al final se reducen a uno o dos al año, pero te dan la sensación de que el que puedas hacerlo, el no tener un horario rígido, te sirve de consuelo para los días que o estás permanentemente de viaje o que, como es habitual, trabajas 11h mínimo.